martes, 4 de junio de 2013

Vespa John Deere tribute

A continuación voy a exponer el resultado de un momento creativo que tuve una noche de insomnio. No hace mucho decidí poner a la venta una moto que tenía con  la intención de  comprar otra. La casualidad quiso que vendiera la que tenía sin ver la aspirante. Una vez vista no me convenció, pero me quedé con el dinero y la necesidad de comprar una moto para moverme. Después de ver muchas ofertas por la red ninguna me convencía y cada vez más crecía en mi cabeza una antigua obsesión, necesidad, añoranza o sentimiento, no se como expresarlo, y se trataba de mi pasión por las Vespas. Después de ya más de un año sin tener una Vespa, afloró en mi esa nostalgia por este entrañable scooter y decidí comprar uno, pero con intención de hacer algo especial con él. 

Una vez se me ocurrió pintar una Vespa con los colores John Deere, pero no fue hasta hace poco que definí, una noche de insomnio, como quería que fuera a grandes rasgos el diseño. Si bien creía ser original, comprobé por la red que existía ya quien había hecho algo similar. Esa misma noche hice un boceto de la primera idea y comencé a escribir la lista de materiales que necesitaría sin que ni siquiera hubiera comprado una Vespa.

Boceto de la idea original.
Lo principal para este homenaje a estos bonitos tractores verdes y amarillos era encontrar una Vespa y para esto busqué anuncios por internet. Una vez más la casualidad quiso que llamara a uno de los anuncios y el vendedor fuera un amigo. Los tratos se agilizan y facilitan entre conocidos, rápidamente me hice con ella y comenzaba la fase de acopio de materiales.

Color butano y muy bien de plancha.
La moto estaba bien tanto de plancha como de mecánica con que me ahorraba tiempo para hacer la transformación. Siguiendo un plan de ruta y consiguiendo previamente información por la red, comencé a realizar las compras comenzando por las pocas cosas de mecánica y carrocería que precisaba. Después vino lo más complejo y novedoso para mi que soy novato en la materia, la pintura. Buscar los colores encargarlos, comprar aparejos, barnices, disolventes, lijas materiales..... Para último dejé los materiales de tapicería, más sencillos y que tengo más por la mano.

Una vez recopilado todo, comienza la producción. Lo primero es desmontar la moto, hay que retirar el máximo de piezas que no vayan pintadas para poder pintar bien. Se debe ser cuidadoso y no romper las piezas de carrocería más delicadas.

Preparada para la transformación.

La Vespa es muy fácil y los cables vienen marcados
 donde conectar pero siempre hay que fijarse.

Parece que no pero hay mucho que desmontar.

Cuanto más desmontemos mejor.
Después del desmontaje, viene el lijado de la pintura y el enmascarado, trabajo para el cual tuve la indispensable ayuda de mi mujer. También es momento, si es necesario, de reparar abolladuras y enmasillar pequeñas imperfecciones. En este caso poco había que enmasillar, la Vespa estaba muy bien de plancha. Es indispensable perder tiempo en el enmascarado y hacerlo con tiento para que el resultado final sea bueno.


Lijamos toda la pintura para facilitar la adherencia de la nueva pintura.

Enmasillamos las pequeñas imperfecciones.

Importante enmascarar las piezas mecánicas.

Es tedioso pero lo que no se protege acaba pintado.

Al acabar con la preparación de la carrocería tuve que preparar una improvisada cabina de pintado a fin de proteger el garaje y evitar al máximo posible el polvo y partículas en suspensión en el aire.


Cortinas para frenar el overspray .

Suelo y paredes protegidas. 
Una vez todo listo realizamos una limpieza a fondo de la superficie y ya podemos tirar el aparejo. Decidí aparejar dado que no quería que el color naranja afectara al verde escojido. Al aparejar eliminaba el naranja por completo consiguiendo que el verde fuera el correcto. El aparejo también favorece conseguir una superficie más uniforme y adherente para la pintura.


Así es como queda con el aparejo.

Servidor tirando el aparejo.

No hay que olvidar ningún rincón.

Procuraremos tirarlo de manero uniforme y dar varias manos

Hay que aparejar todo lo que vayamos a pintar.


Después del secado, di 24h aproximadamente, podemos lijar de nuevo la superficie para dejar un acabado fino y uniforme. Una vez pasado el abrasivo y limpiado, ya podremos tirar la pintura verde. No sin antes proteger las partes que no vayan pintadas en verde.


Ya tenemos el primer color John  Deere.


Aquí me tenéis dándole colorcito

Vamos dando varias manos hasta conseguir el acabado deseado.

No hay que olvidar nada.
Hasta aquí todo sencillo, pero ahora hay que tirar el amarillo. El amarillo es el color de los detalles y hemos de jugar con el fondo verde para que aparezcan las letras y emblemas. En primer lugar decidí hacer las máscaras de los detalles completamente artesanales a mano, recortando con un bisturí todas y cada una de las letras y demás. Desde luego una idea absurda, lo intenté y me di cuenta que era más simple encargar que me cortaran con un ploter de corte las máscaras. En Rótulos Azuaga del Prat de Llobregat me lo hicieron rápido y muy económico. Tan solo no pudieron hacerme los detalles del manillar dado que el plazo que les di era corto puesto que fue una idea de última hora.
El enmascarado de los detalles se ha de hacer con extremo cuidado para que, al retirar la máscara, queden bien las letras y dibujos.



Antes de nada lijar una vez más y limpiar.

Enmascaro el fondo de las indicaciones del manillar.


Enmascarado de la franja donde va el modelo. La única pegatina será la de mi logo.

Enmascarado de la guantera

Enmascarado de los cófanos 

Hay que tapar todo lo que no va en amarillo.

Solo taparemos lo que no queramos manchar.



Ya podemos pintar con el amarillo

Retiraremos el enmascarado cuando la pintura este seca al tacto, pero algo fresca todavía.



 
Retiramos con sumo cuidado.

Ha quedado bien

Logo clásico, ahora es algo más ovalado, pero me pierden los clásicos.

Unos de los detalles más originales que tiene esta moto fueron un rompe cabezas. En los mandos decidí poner unas indicaciones al más puro estilo tractor, pero las máscaras cortadas no pegaban demasiado bien y la pintura negra filtró destrozando en diseño. Esto me llevó a tener que hacerlo con un pincel a pulso. Aunque quedó bien, no quedó tan preciso, pero sigue siendo igualmente original.

Clasica Liebre y tortuga para indicar el acelerador.

Indicación de la selección de velocidad.

Una vez que tenemos tirados los colores faltará barnizar. Lijamos un poco el amarillo para mejorar la adherencia  y damos varias manos de barniz para conseguir un buen brillo. Hay que puntualizar que no hubiera sido necesario barnizar puesto que se pintó con pintura de poliuretano, que es monocapa. Preferí por decisión propia dar una mano de barniz para conseguir un brilllo más vivo, uniformidad y protección del color.

Como cambia una vez barnizado.

Que ilusión ahora si

Mano a mano voy viendo el final.

Las piezas sueltas también reciben su dosis de acrílico

La cresta del guardabarros y su tractorcito también los barnizamos.

Todo brillante.


Me encantan los detalles y considero que en ellos está la diferencia y el valor de las cosas. Es por eso que decidí decorar la cresta del guardabarros con una pequeña miniatura de tractor, además también decidí restaurar y decorar el velocímetro.

Con un pincelito pinto los números en amarillo.

La aguja en amarillo quedará genial.

Para recuperar el color barnizo con el aerógrafo y pongo un  vídrio y arillo nuevo.
Una vez que todo está pintado hay que montar y hacerlo con cariño para no dañar la pintura todavía muy reciente. Después de montar todo probaré que funcione correctamente y ajustaré los mandos. Finalizado el trabajo de pintura y montaje solo quedará tapizar el asiento.


Decidí poner bonbines nuevos para tener una única llave para todo

Con paciencia montamos el suelo

Vamos añadiendo los componentes uno a uno

Otro detalle monté empuñaduras amarillas.

Ya la tenemos.

Me siento orgulloso, está bonita.

No me canso de mirarla.

Ya ve la luz de la calle

El tractorcito queda genial.





El tapizado lo realicé ya de vuelta en casa, con polipiel amarilla, he copiado el patrón tal cual venía, pero tal vez lo cambie y, aunque mantenga el material y color, le modifique un poco la forma y lo decore con un vivo.


Lo primero desmontar el tapizado viejo.

Hay que hacer el asa del pasajero

Unimos las piezas con costura.

Ya tenemos la funda, ahora tensar.

Recortamos el sobrante y listo

Ya lo tenemos
 Pues de momento así se queda. Estoy orgulloso de como ha quedado y creo que es original. Ha sido una experiencia divertida y voy a disfrutarla aunque no descarto ponerla a la venta para que otro la disfrute y poder hacer otra diferente.