Este post es para todos aquellos poseedores de un BMW diesel que quieran evitar romper el turbo de forma prematura.
Los motores BMW, ya sean los 2.0d o los 2.5d, montados en
las series 1, 300, 500, X3 o X5, llevan un filtro extraño y desconocidos por
muchos que puede llegar a afectar gravemente la vida del turbo. Desconozco el
dato concreto de los modelos y años exactamente, pero es bastante extendido
el uso de esta especie de filtro por
BMW.
Concretamente esta especie de filtro funciona como
condensador, se encuentra en la tapa de balancines y pertenece al circuito de vapores
del motor. Sinceramente no sé exactamente su función, pero a pesar de ser un
elemento filtrante, creo entender al observarlo, que su función es la de ayudar a
condensar el aceite evaporado por el motor, a fin de recuperar una parte y
evitar que todos estos vapores vayan al circuito de admisión y sean quemados
por el motor.
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El dichoso filtrito |
El problema surge cuando este elemento fibroso se satura de
aceite condensado y rebosa. El aceite ya licuado y no en forma de vapor, en
lugar de volver al motor va directamente a la admisión. Viaja por esta como
pequeños hilos de aceite líquido que impactan con las palas del compresor (parte del “turbo” que comprime el aire). Estos
impactos poco a poco desequilibran el eje del turbo aumentando el desgaste del
núcleo. Esto finalmente, produce que el aceite a presión, que lubrica el eje
dentro del núcleo, se escape por exceso de holgura, destrozando el turbo, y viaje
al motor pudiendo llegar a romper este al llegar aceite a las cámaras de
combustión.
Si no queréis llegar a romper el turbo de vuestro BMW, o si
ya lo habéis roto y no queréis que se repita, aseguraros de que vuestro mecánico
se encargue de que este “filtro” sea sustituido o por lo menos simplemente
limpiado periódicamente. Considero que lo ideal sería cada unos 30.000km (dos
cambios de aceite, aproximadamente).
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Ubicación del filtro en la tapa de balancines |
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Retiramos la tapa y podemos sacarlo |
Quiero hacer hincapié en que es algo no demasiado conocido por muchos
talleres y realmente vale la pena hacer este mantenimiento para evitar futuros
sustos. También quiero recalcar que los turbos son delicados y se pueden romper
por otros muchos motivos, con que no os hagáis falsas ilusiones y penséis que únicamente
con esto pasa a ser indestructible, pero eso sí, será mucho más fiable y
probablemente funcione a la perfección toda la vida útil del motor.